El viaje y mi primer día en Malta
Casi todos los viajes son una aventura. En mi caso, los primeros viajes sola, pero en especial, cruzar el charco para llegar a Nueva York y vivir durante un mes en Malta. Dos experiencias que he hecho en solitario y que han sido mis auténticas aventuras (espero que haya muchas más).
Los precedentes y la toma de decisión
Malta ha sido muy diferente a todos mis viajes. La idea llegó en un momento de parón. No tenía muy claro que es lo que iba a hacer en 2017. De alguna manera, hace un tiempo que persigo lo que estoy haciendo ahora: mi trabajo, mi manera de disfrutar la vida, como afrontar las dificultades, como mejorar. Bien, pues sin trabajo y con unas ideas más o menos claras llegó una idea: trabajar por un tiempo fuera de España. No podía ser mucho por ciertas obligaciones, pero quería probar la experiencia.
Soy una persona inquieta, no sé estar parada. Si el trabajo no viene a mí, lo busco. Así encontré una página de confianza donde hacer prácticas fuera de España en inglés. Primero había dos ideas o lugares: Canadá en la zona de Montreal, con la intención de practicar tanto inglés como francés; y Malta, solo inglés, pero más cerca. Canadá la verdad que me entusiasmaba, pero aquí reconozco que me acobardé. La razón o la lógica me dijo: prueba con Malta que esta más cerca, por si la cosa no sale bien. Y si sale bien, podrás probar Canadá. Así que, tras mirar las condiciones, conversar con la empresa intermediaria, buscar información sobre Malta, la idea tornó en decisión final: me voy de prácticas a Malta.
Al principio iba a ser en julio, pero la vida cambia y empecé un curso de diseño web (que hacía tiempo quería hacer). Mucho mejor: primero por el clima, el calor en la isla es elevado, segundo pude trabajar en lo que verdaderamente me gusta. Así que al final, viajé en octubre para allí y trabajé en una empresa de diseño web y marketing online.
El viaje
Me considero una persona muy organizada, y aunque dejo cosas de los viajes al azar para decidir de acuerdo con los tiempos, los temas importantes los llevo muy muy “atados”. Bien, después de acabar el curso, realizar las entrevistas (en inglés claro), buscar los vuelos, el seguro, confirmar el alojamiento, etc. el miedo escénico aparece, y más en un viaje como este: iba a trabajar y vivir un mes en Malta. ¿y si no funciono bien en el trabajo? ¿y si no entiendo nada? ¿cómo será mi vida allí?
Respiré hondo, el día de antes dormí en Barcelona en casa de mi prima. Nos levantamos pronto y me llevó al aeropuerto. El vuelo era con escala. El primer avión era Barcelona-Lyon con Vueling. Tres horas en Lyon, después embarqué con AirMalta de Lyon a la isla. Recuerdo que en este vuelo nos dieron un bocadillo gratis, como antes en Iberia.
Mi hora de llegada era al atardecer, creo que era entre las 6 y las 7. Desde el avión vi por primera vez la isla, me pareció tan diferente a lo que había visto hasta entonces. Pequeña, superpoblada y con unas construcciones muy peculiares. Bien ya había llegado. Tras recoger la maleta grande fui a busca a mi enlace de la empresa. Era una chica. Me explicó donde me iba a llevar y las condiciones del apartamento. Me dio la llave y todos los papeles para ir al día siguiente a conocer los intermediarios y prepararme para conocer mi empresa. Primera anécdota: me fui a sentar al coche al lado derecho, ¡error! Conducen por la izquierda, volante al lado derecho, pasajero lado izquierdo. Entonces aparecieron mis primeras risas en Malta.
Mi primer día, mi primera noche
El aeropuerto esta en el sur de la isla, y mi apartamento en Mosta esta en el centro-norte. Recuerdo que mientras íbamos en el coche, al salir del aeropuerto vimos unos fuegos artificiales. Me encantó, menudo recibimiento más bonito, pensé. Se lo comenté a la chica y volvimos a reír. Después, en serio, le pregunté porque motivo eran o que se celebraba. Me explicó que era la fiesta de un santo (no recuerdo cual) y que eran las fiestas en una población costera. Bueno, me dijo, realmente es parecido a las fiestas en España ¿verdad? Si, bastante. Me acababa de confirmar algo que había leído, en Malta son muy católicos y respetan mucho el culto y las tradiciones.
Al llegar al apartamento, me presentó a mi compañera. Era una chica muy joven, de unos 22 años y de Islandia. Me enseño la casa, con sus dos plantas, las habitaciones y baños, y las zonas comunes, entre ellas la cocina y la azotea (donde los atardeceres eran preciosos). Como había poca cosa en la nevera fuimos a cenar fuera. Nuestra casa estaba a 5 minutos de la Rotonda, una de las iglesias más grandes de la isla. Lugar donde pasaban casi todos los autobuses y había una zona de cafeterías, restaurantes y bares. Después de cenar una ensalada (estaba harta de bocadillos, pizzas, etc.), salimos para conocer un poco la zona y nos encontramos músicos en la calle. Dilja (así se llamaba) me dijo “this is Malta” así es Malta, por las noches les gusta salir, tomar algo y te puedes encontrar música o fiesta por todas partes.
Después regresamos a nuestra casa. Estuvimos un rato hablando para conocernos mejor. Fue divertido cuando me pregunto si era mi año sabático después de la universidad o algo parecido. Cuando le expliqué cual era mi edad se sorprendió y luego nos echamos unas risas.
Así fue mi primer día (o noche) en Malta. Lo que me quedaba aún por aprender y vivir. Hasta el siguiente artículo ¡disfrutar del viaje!